El sueño se hizo pesadilla

Ya han pasado tres semanas desde que comenzó esta pesadilla, y todavía, a pesar del bombardeo de noticias constantes y ser el tema principal de todas las conversaciones, cuesta creer que algo así esté ocurriendo.

Como escribí en mi anterior post, en Estados Unidos vamos siguiendo los pasos que, por desgracia, están viviendo otros países, como España. Por eso, estas semanas, a pesar de todas las medidas restrictivas y de higiene que se están tomando, todavía teníamos ese sentimiento de incredulidad, de pensar que aquí nada va a pasar. Pero, ¡qué equivocados estábamos! Supongo que por esto pasamos todos, es muy difícil llegar a comprender esta situación. Es ahora, cuando estamos despertando de ese sueño y dándonos cuenta de la pesadilla que nos toca vivir.

En mi caso, yo desperté ayer. No había salido desde que comenzó todo esto. Y ayer, ya era el momento de volver a llenar la nevera, así que a pesar de todas las recomendaciones de mi madre (guantes, mascarilla, etc.), me fui sin nada. Justo al llegar al mercado, me topé de bruces con la realidad. Lo había visto por televisión, pero ver las filas marcadas con carros para marcar la separación de "6 pies", la gente con mascarillas y guantes, y los que no con pañuelos o bufandas simulando las mascarillas, esperar dejando la distancia para poder coger un artículo... Fue tal el impacto que viví, que al principio tuve que parar ya que no era capaz de recordar a qué había ido allí.

Así que del sentimiento de incredulidad, de la idea de "aquí no va a llegar", ya he pasado al miedo. Miedo por no saber el tiempo que va a durar. Miedo por no saber qué va a pasar. Miedo por estar tan lejos de los míos. Y, a pesar de que solo puedo dar las gracias pues desde que comenzó todo esto, una familia maravillosa me acogió y cuida muchísimo de mi, por primera vez en mi vida, siento miedo por estar sola en otro país. 

Cada mañana, al despertar, me intento convencer de que todo va a pasar. Y sí, es y será muy duro. Se que este verano no podré coger un avión e irme para España. Pero se que, en las próximas Navidades, voy a recibir el regalo más importante de mi vida. El abrazo de mis padres, mi hermana y mis abuelos. Y ese momento, ese simple abrazo, estará cargando de significado.
 
Este maldito virus ha unido a todas las personas, sin importar la nacionalidad. Todos, estamos viviendo el mismo sentimiento. Todos, estamos creando las mismas rutinas. Y todos, conseguiremos ganar la batalla.


Comentarios

  1. Mucho ánimo bonita!! Todo saldrá bien, espero que estés muy bien y lo que necesites, ya sabes. U súper abrazo enorme preciosa!! 😘😘😘🌈

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  2. Un beso fuerte Marta, seguro que esto se acaba rápido y volveremos a verte por aqui😙😙😙. Mucho ánimo

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  3. ESTO TAMBIEN PASARÁ🌈🌈y veremos el arcoiris juntos ❤️❤️

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