Smoky Mountains (Parte II)


Como dicen por ahí, lo prometido es deuda. Por ello, tal como dije en el post sobre el fin de semana en las "Smoky Mountains", voy a seguir detallando qué  lugares visitamos durante nuestro segundo fin de semana montañero.

Antes de comenzar, me gustaría dar las gracias a toda la gente (conocida y desconocida) que me está escribiendo dándome las gracias por este blog y animándome a seguir. La verdad, me llevo una alegría cada vez que recibo un mensaje. Solo por eso, me siento muy motivada a seguir escribiendo.

Y ahora sí... a seguir contando:


Viernes: Tras salir del colegio cogimos los coches y nos fuimos hacia Maggie Valley donde habíamos alquilado una cabaña de madera en mitad de la montaña. Y cuando digo en mitad, es literal, ¡estábamos totalmente solos! La cabaña nos sorprendió; tenía jacuzzi en el exterior, y a pesar de estar a bajo cero, no perdimos la oportunidad. La chimenea, el porche, la hoguera al lado del río... Para mi, fue como estar en un sueño.


















Hay muchísima oferta de alquiler rural por toda la zona. Fue muy fácil encontrar la casa. Así que, cuando estéis por aquí, ¡plan obligado!

Sábado: Rumbo a Cataloochee. Dentro de las Great Smoky Mountains, se puede disfrutar de un precioso e inolvidable día de senderimo por el valle de Cataloochee. Además, durante la temporada de invierno, es también lugar de esquí y de otras actividades de nieve. Nosotros no hemos experimentado (todavía) esa opción, pero el día de senderismo fue muy divertido. Recorriendo el valle, pudimos ver casas típicas de la zona, alces, árboles de mil colores, e incluso visitar (gratis) edificios históricos, como la iglesia, la escuela y casas de finales del siglo XIX y principios de XX.
Bigfoot Trails

Iglesia del siglo XIX

Escuela del siglo XIX

Interior de la escuela



Granero

Casa del siglo XIX



Alces
Valle del Cataloochee
Senderismo

Atardecer en Cataloochee








Domingo: Tras un buen desayuno colombiano preparado por mis amigos, (huevos, arepas, un buen café) y por supuesto no podía faltar mi colaboración con las tostadas de aceite, tomate y sal, nos encaminamos a seguir descubriendo "Blue Ridge Parkway".  Solo hay que coger el coche e ir siguiendo la carretera que te guía por todo este maravilloso lugar. En cualquier lugar que pares, vas a encontrar cascadas, vistas preciosas gracias a los coloridos árboles, animales...es decir, ¡naturaleza en estado puro!



Fried apple pies (perfecto para recargar pilas)



























Lunes: Era festivo por el Día de los Veteranos, así que ese día nos fuimos para Asheville, una ciudad que se encuentra también en las "Blue Ridge Mountains". Y tengo que decir que otra vez volví a sorprenderme. Otra de las visitas obligadas si te encuentras por la zona. En su downtown (centro del pueblo), se respira un ambiente bohemio, establecimientos de manualidades, productos gastronómicos muy apetecibles como miel, dulces, chocolates, empanadas, antigüedades...  No hay que llevar una ruta planificada, solo disfrutar del paseo y perderse por sus calles, descubrir rincones, escuchar a los músicos callejeros, entrar en iglesias, principalmente en la Basílica de San Lorenzo y sentarse a disfrutar de una rica cerveza en una mesa al aire libre. Se que hay varios festivales en este lugar, así que me mantendré informada para poder volver a disfrutar de este precioso pueblo de montaña.
Basílica de San Lorenzo
Basílica de San Lorenzo

Tienda de manualidades



Tienda de productos de chocolate
Músicos callejeros










 Espero que estas entradas ayuden a aquellos indecisos que no tienen muy claro si North Carolina merece la pena. Seguiré escribiendo lugares que merecen la pena visitar, pues, como siempre digo, es un estado poco conocido, ¡pero tiene mucho que ofrecer!


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