Semana cargadita!

Esta semana se podría definir como intensa pero con la motivación al 100%. Ayer, coincidiendo con unos de esos días en lo que solo los profes tenemos que ir al colegio, (no hay clase para alumnos), los maestros de español del condado, tuvimos una jornada de formación sobre lectura guiada.

Como ya he descrito en algún post anterior, aquí trabajamos el área de lengua a través de centros (escritura, vocabulario y lectura. Yo decidí también incorporar el centro de TIC, pues tengo bastante alumnado, de manera que con cuatro centros los grupos son más reducidos y puedo trabajar mejor con cada uno de ellos).

Ayer, la formación se centró en lectura. Como todos los docentes sabemos, desarrollar la habilidad lectora y la comprensión, es una de las mayores dificultades en la mayoría de los colegios. Es muy común escuchar a los maestros/as decir en las evaluaciones que los alumnos fallan en la comprensión. Por ello me he animado a escribir esta entrada, pues a pesar de que el cursillo de ayer iba enfocado a trabajar la lectura en el aula de Dual Language, los recursos y metodologías se pueden adaptar para realizarlo en una clase tradicional.

Una vez que ya tenemos al alumnado agrupado según los distintos niveles (agrupación homogénea), llega la hora de planificar qué objetivos/ estándares vamos a trabajar en la unidad, así como los contenidos (estrategias, habilidades, vocabulario, letras...). Tras ello, llega el momento de seleccionar el texto o libro que abarque esos contenidos. Y, lo más importante, DIFERENCIACIÓN. Todo lo que se planifica y los materiales que se seleccionan y crean deben adaptarse al nivel y necesidades del grupo con lo que vayamos a trabajar. En mi caso, planifico y creo material para cuatro niveles diferentes (los cuatro grupos que tengo en el aula).

Es muy importante programar las actividades de las tres fases de lectura (pre-lectura, lectura y post-lectura) teniendo siempre presente los objetivos y contenidos de la unidad.

Algunas ideas para las tres fases son:

Pre-lectura: presentación de vocabulario nuevo de la lectura mediante imágenes. Unir las sílabas para formar palabras nuevas. Unir imagen con palabra. Decir una oración incluyendo el vocabulario nuevo. "Escanear" las imágenes del libro para predecir la historia. Deducir la temática del texto y hablar sobre lo que se sabe o crear una historia. Lanzar el dado y responder preguntas sobre las características del libro.

Esta fase es esencial pues ayuda al alumno a conectar con el libro, a activar sus ideas previas para que la comprensión sea lo más eficaz posible. En mi caso, mi centro de lectura dura aproximadamente 20-25 minutos, y la fase de pre-lectura me ocupa de dos a tres sesiones.

Lectura: En esta fase, es importante ir variando la forma de leer el texto para que el alumno no pierda  el interés por la lectura. Como todos sabemos, la motivación es base de todo aprendizaje, por ello hay que evitar que éste se convierta en algo repetitivo y aburrido para el niño/a.  Algunas formas para variar la lectura son: lectura susurrando, a coro, un alumno lee y otro le corrige y viceversa, pop corn (un alumno está leyendo y cuando el maestro dice pop corn sigue leyendo otro niño), poner objeto o prenda delante del alumno que queramos que lea...)

Post- lectura: En este momento queremos saber qué ha comprendido el alumno. Por ello, podemos utilizar diversas técnicas para recontar la historia. (mano con preguntas, secuencia de eventos, lanzar el dado y responder la cuestión que salga...) Para trabajar las cuestiones inferenciales, podemos jugar también con el dado (puede ser un dado normal con un tablero que hayamos creado o comprar un dado grande en el que se pueden escribir las preguntas), adivina qué piensa el autor, cambiar el final de la historia, que pasaría sí... Para esta fase de lectura, yo empleo algunas de las técnicas de Rodari de su libro "Gramática de la fantasía." Algo de lo que me he dado cuenta aquí es que en España dedicamos mucho tiempo a que los alumnos escriban las preguntas de comprensión y respuestas. Esto hace que tengamos aún menos tiempo para trabajar y desarrollar con ellos la habilidad lectora. En este centro, es más importante trabajar de manera oral, así dispondremos de más tiempo. No es que la escritura no sea importante, sino que para ello tenemos un centro dedicado específicamente a esa habilidad. (Suena lógico, ¿no?)

Por último, para que todo sea más enriquecedor y eficaz, se puede conectar lo trabajado en el centro de vocabulario y lectura para desarrollar la habilidad de escritura. Utilizar el vocabulario, estructuras e ideas adquiridas en estos dos centros ayuda a que el alumno pueda realizar escritos de manera creativa e independiente, sin necesidad de emplear fichas de completar oraciones y rellenar huecos.

Sí, he de decir que todo esto implica una ardua labor por parte del docente, pero realmente cuando ves que tus alumnos aprenden y desarrollan las cuatro habilidades de la lengua sin apenas esfuerzo, merece mucho la pena.

Así que, cuando vuelva a mi cole en España, ¡se acabó el seguir el libro! Quiero seguir desarrollando y aprendiendo de los centros de trabajo y rotaciones.

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