¿Merece la pena?

Por fin he sacado un momento para continuar relatando esta experiencia. Esta semana he cumplido mi primer "cumplemés" en Estados Unidos, y todavía siento que no me he adaptado a este modo de vida: Madrugar lo llevo bien, pero no he conseguido habituarme al horario del almuerzo y cena, y mucho menos a irme a la cama temprano.

Mi día comienza a las 05:40 de la mañana y acaba sobre las 23:30 de la noche, pero a pesar de estar prácticamente todo el día trabajando (de 07:00 a 18:00 estoy en el cole y cuando llego a casa sigo haciendo tarea) siento que no adelanto y cada vez me veo más abrumada con la cantidad de información que no consigo asimilar.

Por otra parte, la forma de trabajo también me está resultando muy compleja. Soy tutora de una clase de segundo grado (primaria en España), pero al llevar el programa "Splash", es decir, lo que llamaríamos inmersión lingüística en español e inglés, los alumnos reciben las materias en ambas lenguas. Por ello, cada día cambio de grupo, por lo que en realidad me tengo que encargar de dos segundos (41 niños). Para que se comprenda mejor, yo tengo el grupo de la clase verde y mi compañera de inglés el grupo de la clase azul. El lunes estoy con la clase verde y ella con la azul, el martes yo recibo a los de la clase azul y ella a la verde y así sucesivamente.

Esto hace que tengamos que estar muy coordenadas y planificar muy bien qué vamos a ver y cómo lo vamos a ver. Además, tenemos que estar muy coordinadas con el resto de segundos (en total 7) para que todas vayamos al mismo ritmo.

Llegados a este punto... ¿Cómo es un  día de clase normal en mi cole?

Como dije en la entrada anterior, los niños comienzan a llegar a las 07:45 por lo que los profesores debemos estar en la puerta para recibirlos. Hasta las 08:15 hay que tenerles tarea preparada para que repasen o amplíen contenidos, mientras que los alumnos que no han desayunado en casa puedan tomar el desayuno que les dan el cafetería.

A las 08:15 realizamos el "morning meeting", lo que conocemos por asamblea, en la que tenemos que llevar a cabo cuatro fases (saludo, compartir experiencias, actividad y noticias).

Tras la asamblea comenzamos con las rotaciones, en las cuales se trabaja lectura, escritura y vocabulario/gramática.  Las rotaciones son similares a lo que conocemos por centros de trabajo pero tienen algunas características diferentes que iré contando cuando me haga más experta en el tema. Todavía no he sido capaz de llevarlas a cabo pues siento que a mis alumnos le falta autonomía para poder trabajar solos.

A las 10:45 se toman el snack y a las 10:00 los llevo a "Connect", las especialidades. Cada día tienen una diferente (Ed.Física, Música, Arte, Biblioteca, Informática y Español).

A las 10:50 tienen el recreo que dura media hora.

Tras el recreo tenemos matemáticas, la cual me resulta muy compleja pues tengo que hacer lo mismo que mis compañeras americanas, pero en español, lo que incrementa el nivel de dificultad.

A las 12:30 tenemos el almuerzo, así que nos vamos a la cafetería donde algunos comprar su comida y otros llevan su fiambrera. Yo como a la misma vez que ellos, mientras controlo que todos comen y abro botellas de leche y bolsitas de mayonesa y ketchup entre bocado y bocado.

A las 13:00 tenemos Ciencias o Sociales y a las 14:00 tenemos el Workshop de Lengua, en el cual trabajamos aspectos gramaticales o textuales al mismo ritmo que en la clase de Inglés. También se hace muy complejo pues, ¿cómo se trabajan las partes de un poema con niños que no saben decir su nombre en español?

A las 15:00 es el momento de repartirlos para ir a casa como expliqué en el anterior post.

Como veis, durante la mañana no se para ni un segundo, pues el único momento que estoy sin alumnos en durante las especialidades. Sin embargo es ahí cuando nos reunimos las compañeras de grado para planificar. Reuniones en las que me siento muy frustrada pues mi nivel de inglés no me permite comprender todo lo que van diciendo y a esto se le suma que casi todo lo que se dice son siglas, así que esta semana ha sido bastante dura. Me ha resultado muy duro no poder aportar ideas, pues me he dedicado a anotar las palabras que entendía para al llegar a casa buscar información para aclarar todas las dudas. Es la primera vez en mi vida que me siento tan perdida.

Así que, ¿merece la pena? A pesar de las lágrimas derramadas esta semana pues el agotamiento ha llegado a ser extremo, me atrevo a responder que sí merece la pena. Reconozco que es muy duro, cada vez veo que la cuesta se va haciendo más empinada, el vértigo y el agobio va creciendo cada día, pero por otro lado, me siento feliz pues estoy aprendiendo mucho, voy consiguiendo los pequeños retos que me propongo y las palabras de agradecimiento de algunas familias de mis alumnos han sido una inyección de energía.

Por mi, por todos mis compañeros y por todos mis alumnos... ¡A seguir remando!



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